Atravesando el desierto que estás viviendo verás la gloria de Dios.

Hola bella mujer . Estás tan abrumada que sientes que tu vida se seca de soledad, y que parece que Dios ya no te escucha?. Quiero invitarte a leer Éxodo 2.15: "Oyendo Faraón acerca de éste hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián".

Tal vez hoy estés teniendo situaciones en tu vida que Moisés tuvo que atravesar también. Un hombre que fue criado en los lujos y excentricidades del palacio real de Egipto, pero que por tomar malas y apresuradas decisiones, se vio obligado a huir del Faraón que procuraba matarlo, y para salvar su vida huyó a el desierto de Madián. Fue entonces que vivió en tierra extranjera como un desconocido, se casó y tuvo que aprender a ser pastor de las ovejas de su suegro para sobrevivir, pastorearlas en el inclemente desierto. Aprender a practicar el oficio que se le había enseñado a despreciar (Génesis 46.32-34). Acaso sientes que todo tiempo pasado fue mejor? Recuerdas con nostalgia como tuviste alegría en el corazón, como estabas en confort y comodidades? Tal vez en tu vida sentimental, social, económica etc, todo florecía?. Pero de repente todo dio un giro, y se esfumaron esos buenos tiempos y todo empezó a escasear, como que empezaste a caminar en una desolada tierra donde parece que nadie te puede ayudar. déjame decirte que sí es así estas viviendo en un desierto.

Madián significa "Opresión"

Comenzar de cero, retroceso, soledad, humillación, olvido, indiferencia, incertidumbre, sueños muertos, incapacidad, impotencia, y silencio de Dios, son palabras que definen como te sientes?...Dios permite que huyas al desierto para que Él pueda moldear tu carácter y mostrarte que tienes en el corazón. En medio de la abundancia y alegría podrías acaso acercarte a Dios y tener un corazón lleno de Él? Hay cosas que se aprenden sólo cuando vives en el desierto: humildad, sensibilidad, es ahí donde se descubre quien realmente eres, te va desnudando Dios como se pela una cebolla, por capas. Pero nunca el propósito del desierto es que vivas permanentemente en el, ni destruirte, el plan es que una vez hayas aprendido a despojarte de todo aquello que endurecía tu corazón, puedas atravesarlo y llegar al Monte Horeb, el monte de Dios, el lugar de la revelación de la gloria de Dios, el lugar donde la zarza arde.

De tu actitud depende cuanto tiempo más estarás ahí. Adora a Dios, no importa que no entiendas el por qué y como sucedió todo esto. Aunque estés en tierra seca puedes tener la certeza que no morirás en el desierto, solo avanza para que puedas llegar a ver la gloria del Señor. Hay una preparación para tu carácter, para ser líder, aunque ahora no lo puedas ver. Que tus lágrimas y oración sólo se derramen ante Él, no hay silencio de Dios sin que Él esté obrando en tu vida.

Moisés y la zarza ardiendo

En Éxodo 3.1-2 leemos "Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro,sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y el miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía". Dios se le apareció en el momento preciso, cuando ya el corazón se había liberado de orgullo, altivez, autosuficiencia, vanidad. Fue inesperado, tal vez cuando ya Moisés pensaba que todo había acabado y nada tenía remedio. Desde aquel día en la presencia del Señor nunca más las cosas volvieron a ser iguales. Moisés se convirtió en un hombre al que se le llamó el hombre mas manso que ha existido, pudo ser eso posible si hubiera seguido en Egipto? Sólo Dios pudo transformar a un simple hombre en un hombre poderoso en las manos de Dios. Recuerda que Dios está cerca de los humildes. Mas allá de lo que estés viviendo El Señor quiere llevarte un tiempo a solas con Él, donde aprendas a depender de él, a amarlo por encima de tu circunstancia, alabarlo y adorarlo por encima de tu propio dolor, a recibir su consolación en medio del sufrimiento.

Te animo a seguir caminando en fe y a decirle a Dios hoy: ¡Señor aunque no entienda creo que tienes un propósito conmigo!. Enséñame a ser la mujer que quieres que sea, y ayúdame a continuar, anhelo ver tu gloria, y que mi vida nunca mas sea igual. Cámbiame para gloria de tu nombre, y toma el control de mis emociones, sentimientos y pensamientos, porque en medio de la soledad yo te quiero conocer, y quiero tener la actitud correcta. Amén.

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